¡Hola Libertad! Bienvenida a Milibroteca. Además de ilustradora, escribes y administras tu canal de YouTube. ¿Cómo te organizas? ¿A qué actividad le das prioridad? ¡No tienes tiempo para aburrirte?
¡Hola! Pues sí, hago un poco de todo y a veces no me da abasto, pero lo intento. El orden de prioridad iría así: primero, dibujar, ya que es el trabajo que me da de comer (y porque odio hacer esperar a mis clientes). Segundo, escribir, porque como me tire una temporada sin hacerlo me pongo de muy mala leche. Y después, el Youtube. Antes iba más a tope con el canal, pero ahora lo llevo de forma más relajada porque también estoy en Twitch, que se complementa muy bien con Youtube y me permite hablar más de cerca con los espectadores.
¿A qué te empezaste a dedicar antes: a la ilustración o a la escritura?
A la ilustración. Empecé a escribir mis historietas a los siete años, pero llevo dibujando desde que tengo uso de razón.
Dedicarte a dibujar y a escribir demuestra que eres una persona muy creativa. ¿Tienes alguna manía a la hora de ponerte a crear (por ejemplo, ponerte música de fondo, envolverte en una manta…)?
Necesito estar sola en una habitación y que se oiga el menor ruido posible. Como tenga a alguien hablando al lado, o música ruidosa en la calle, se me despegan las neuronas y no hay manera. También necesito estar cómoda en mi asiento y que la pantalla no brille demasiado, porque si no, se me quedan los ojitos cuadrados.
A veces me pongo música de ambiente por detrás, si va a juego con la emoción que quiero transmitir en la escena, pero llevo bastante tiempo sin ponerme música para escribir porque la novela que estoy haciendo ahora no tiene música, es silencio absoluto. Es la primera a la que le pasa eso.
Eso de poder hacer las portadas de tus propios libros tiene que hacerte sentir una sensación muy satisfactoria, ¿no? ¿O es un elemento más que te provoca dolor de cabeza?
Por una parte, me da mucho control sobre la imagen de mi obra, pero, por otra, genera mucho estrés porque pienso que no he elegido la estética adecuada, o que no me llega la habilidad para la clase de portada que debería tener el libro. Siempre me quedan dudas sobre si he elegido bien el diseño, pero los lectores parecen bastante contentos con mis portadas, así que con eso me alivio un poco.
¿Qué destacarías de tus libros?
Hmm. Eso cuesta responderlo cuando eres la autora XD
Yo diría que son libros cuya principal intención es entretener y ayudarte a escapar un ratito de lo que sea que te preocupa. Son ligeros, fáciles, con un lenguaje desenfadado, la clase de libros que mucha gente se lee en un fin de semana. Hay temas más profundos dando vueltas por el fondo, pero no se los pongo en los morros al lector porque no soy pretenciosa, y mis libros tampoco. Todos tienen sus momentos viscerales, tiernos, siniestros… y también humor en mayor o menor medida. Menos cuando a mis personajes les da por ponerse intensitos, que entonces TODO es muy dramático.
Hasta la fecha, en todos mis libros ha habido romance y un dúo protagonista con sus virtudes y defectos que siempre, sin excepción, montan un lío de mil pares de narices y tienen que ir desenredándolo con más o menos tiento hasta que encuentran su lugar en el mundo y aprenden a dejar de lado sus miedos / dudas / ideas peregrinas. Todo mientras alguien intenta matarlos o ejecutar a toda su familia o robarle el almuerzo… en fin, no hay novela sin conflicto.
Ah, y, por alguna razón, siempre hay culos. No lo hago adrede, lo juro. Pero culos.
Los géneros literarios por los que has pasado son el romance, la comedia y la fantasía. ¿Tienes pensado acercarte a otros géneros (drama, terror…)?
Oioioi, ¡qué pregunta tan conveniente ahora mismo! Llevo ya una temporada probando con el drama, el terror y personajes turbios. Me da reparo porque es algo muy distinto a lo que mis lectores acostumbran, pero tengo la esperanza de que estas novelas encuentren también su público.
Además, te has encargado tú misma de traducir al inglés tus novelas. ¿Cómo te decidiste a hacerlo? ¿Fue complicado el proceso?
Mi motivación era sencilla: compartir mis historias con los seguidores angloparlantes. Cuando tenía solo “La dama y el bandolero”, pregunté por precios en foros de traducción, pero cuando me dijeron que el percal me saldría a 7000€ o así, me dio un muyuyu. A ver, no me quejo del precio, una traducción es un trabajazo y los traductores tienen que ganarse su merecido sueldo… pero la dura realidad era que yo no podía permitírmelo. Así que solo me quedaba una única opción: guisármelo y comérmelo yo sola, como Juan Palomo.
Como me manejo bien con el inglés, decidí traducirlo yo misma. Días enteros de quebrarme la cabeza reconstruyendo frases, párrafos y escenas en inglés, tirando de diccionarios online y llorando cada vez que había que buscar un equivalente inglés a frases como “Olé tu potorro, Pepita”. Pero no pasa nada, una tira para adelante y, después de varios meses, te encuentras con que has traducido tu novela.
Cuando terminé, dos señoras muy amables y leídas con las que me hablaba, las dos oriundas de USA, se ofrecieron a revisármelo a fondo, cada una por separado. Primero revisaba una el libro, y luego la otra le daba un segundo repaso. Les pagué por sus horas de trabajo con dinero y dibujos, lo que ellas prefiriesen, y la verdad es que estoy muy contenta con su labor.
Hice esto para la del bandolero y para “La visita del selkie” y, de momento, las reseñas que he recibido por parte de lectores angloparlantes han sido muy positivas.
Por si fuera poco, tienes un canal de YouTube. ¿Cómo se te ocurrió crearlo? ¡Cuéntanos!
Todo el que sabía del tema insistía en que, para darse a conocer y captar lectores potenciales, todo escritor debía tener un blog. Aunque me gusta escribir, a mí eso del blog me parecía un poco tostón. Cuando escribo en serio, sueno muy distinta de cuando me comunico en plan informal con la gente de internet. No me apetecía ponerme toda seria en entradas de blog, pero, por otra parte, si lo escribía en clave informal y de cachondeo, algo me decía que no me saldría muy bien.
Entonces, una prima de mi novio me sugirió que me hiciera un “booktube”, un canal de Youtube donde hablar de literatura. Se me encendieron las bombillas. En un canal de Youtube, podría mostrar la cara. Cuando hablo de tú a tú, soy una persona muy de lenguaje corporal, muy de hacer el canelo. Podría enseñar los libros en mano, reírme sin tener que traducir las risas al medio escrito y, en definitiva, comunicarme con la gente de una forma más orgánica y espontánea. Más cálida. El booktube parecía la mejor opción para alguien como yo y, además, podría hablar de algo que nos interesaba a muchos: ¡nuestro amor por los libros! Recomendaría novelas geniales, ayudaría a la gente a encontrar lecturas nuevas…
Requirió (y sigue requiriendo) mucho trabajo y perseverancia. Pero no me arrepiento de nada, porque el canal ha funcionado bastante bien hasta la fecha.
Como profesional del ámbito, ¿qué opinas del papel de los ilustradores? ¿Consideras que a este sector se le da poca visibilidad y reconocimiento?
El apartado visual es MUY importante cuando estás vendiendo productos de entretenimiento. Siempre lo digo, una mala portada puede torpedear tu novela antes siquiera de que los lectores le pongan una mano encima. Porque aquí decimos mucho eso de que “no se juzga a un libro por la portada”, pero dejémonos de tonterías. Un libro con una portada fea no lo toca nadie ni con un palo, salvo que sean familiares o amigos del escritor. Da la misma impresión que presentarte en una entrevista de trabajo con la camisa pringada de huevo frito. Comprendo que no todo el mundo puede permitirse contratar a un portadista, y tampoco hay vergüenza en ello. Hay opciones más baratas y minimalistas, todo es cuestión de buscar. Pero, si no le das una buena imagen, las ventas de tu libro se van a resentir, y esto es un hecho.
Yo no siento que no me hayan dado reconocimiento. La gente ha sido muy amable conmigo y me siento muy honrada por la cantidad de trabajo que recibo. ¡Ahora mismo me llega la lista de espera hasta noviembre, y no paran de llegar clientes nuevos!
Pero sí sé, por palabras de otros, que hay gente muy tacaña y manipuladora; escritores y editores que intentan exprimirte la mayor cantidad de trabajo a cambio de cuatro perras, y encima te hacen sentir mal por querer cobrar lo que mereces. Eso me parece mezquino.
Una forma de filtrar a los clientes rácanos es no cobrar demasiado barato, y cobrarlo todo por adelantado. Cuando se pongan a regatear, les dices que esto no es un mercadillo. Si no les convienen tus precios, pueden buscar otro ilustrador o elegir un diseño más barato, pero no les vas a hacer una ilustración de 300€ por una tercera parte del precio. Con esta política tendrás menos clientes, pero los que tengas serán más honestos y mucho más agradables (por no mencionar que te pagarán como se debe). Además, tendrás tu salud mental intacta, y eso no hay dinero que lo pague.
¿Qué proyectos tienes ahora? ¿Puedes adelantarnos algo?
¡Oh, el misterio! No puedo destripar gran cosa, pero algo soltaré. Resulta que esta cuarentena terminé una novela nueva y la tengo en fase de revisión, añadiéndole escenas y puliendo muchos detalles. Esta novela comenzó como una novelette de terror, pero al final, como de costumbre, me vine arriba, se me fue de las manos y el bicho creció hasta convertirse en una novela que, más que drama, es DRAMÓN. Transcurre en la España rural de últimos del siglo XIX y hay pasión, obsesión, miseria y tumbas. Muchas tumbas.
Antes de terminar, quisiera darte las gracias, por pasarte por aquí y por haber aceptado el reto de formar parte de mi proyecto. Y es que Libertad ha sido la encargada de realizar las ilustraciones de los personajes de mi novela, os dejo el enlace aquí para que podáis ver los resultados, que son preciosos e inmejorables.
Espero que os haya gustado la entrevista.
Liber es la caña :)
ResponderEliminar¡Gracias por la entrevista! :)
Un saludo.