¡Muy buenas, queridos surcadores de letras! ¿Cómo estáis? Ya poco a poco y con precaución volvemos a la normalidad. Este año 2020 ha sido complicado y caótico; esperemos terminarlo lo mejor posible. Durante el confinamiento he podido dedicarle más tiempo a la lectura, y por eso hoy vengo con una nueva reseña. Este libro llevaba en mi estantería desde hacía un año y algo más. Se titula:
Título: La niña alemana
Autor: Armando Lucas Correa
Editorial: B de Bolsillo
PVP: 12'95€
Encuadernación: tapa blanda sin solapas
Páginas: 429
Argumento: Berlín, 1939. Hannah Rosenthal es una niña judía de familia acomodada cuya vida sufre un dramático vuelco tras el ascenso de los nazis al poder. Su única salida podría estar a bordo del St Louis, un transatlántico que parte rumbo a Cuba con casi un millar de refugiados.
Hay muchos datos que todavía desconocemos a día de hoy de la época nazi. Y esta, si no la rescata Armando Lucas Correa, hubiera quedado en el olvido. La historia en que se centra el autor, la de Hannah, es ficticia, pero recrea cómo hubiera sido la vida de una niña de 12 años, judía, en los inicios del ascenso de Hitler al poder; cómo afecta este acontecimiento en su vida a partir de ese momento. Pero La niña alemana no solo está centrada en Hannah, sino que se intercalan dos tiempos: la que comienza en 1939 (digo comienza porque el autor cuenta el desarrollo de la vida cotidiana de la niña, pasando por los años 40, 50...) y en 2014, en la que se centra en su sobrina, Anna. Tanto en un caso como en otro, la historia está contada en primera persona.
En cuanto a los personajes... Ambas niñas, Hannah en 1939 y Anna en 2014 son... cómo diría... La primera tiene un carácter fuerte, intenso, enérgico; no le caen muy bien sus padres (es como si les culpara de lo malo), solo se fía de su gran amigo Leo (judío también). ¿Cómo percibe ella la invasión nazi? Tampoco es que lo entienda muy bien, pero sufre las consecuencias y sabe que está pasando algo malo: sus padres están perdiendo propiedades, su madre no sale de casa y a su padre se lo han llevado más de una vez a declarar, además de que los vecinos no judíos les miran mal y les desprecian. Y, por si fuera poco, tienen que huir en un transatlántico porque en Alemania no los quieren. Su único alivio es seguir y confiar en Leo, el que parece tener todo claro y ser bastante inteligente. En cuanto a Anna (2014), tiene doce años y es menos activa que su tía abuela, pero le envuelve esa misma aureola de tristeza por la desgracia, que parece formar parte de su vida. A mí me gustó mucho Leo, aunque por circunstancias abandona pronto el protagonismo en la historia...
El final fue una llorera tremenda, aunque no podía ser de otra manera. Es un gran homenaje a las víctimas, tanto los que sobrevivieron como los que no. Me llamó mucho la atención que Hannah, rubita y ojos claros, la fotografiaran para ser portada de una revista, sin saber que era judía (de aquí el título de la novela). Me pareció muy bien que, al final, después de tanto sufrimiento y tantas penumbras, el autor transmitiese esperanza e ilusión.
Resumiendo, si te gustan las novelas ambientadas en la época nazi, este puede ser una buena opción. He aprendido mucho, no solo con leer la historia de Hannah, sino también porque al final, a modo de 'Nota del autor', se han añadido unas pocas fotografías reales de los pasajeros en el St Louis (viajaban de Hamburgo a puertos americanos), además de las firmas de las 900 y pico personas que viajaban en él (aunque es duro ponerles cara). El autor cuenta también cómo el gobierno cubano eliminó documentos y los homenajes que, muchos años después, se celebraron en aquellos países que no permitieron que aquellos pasajeros desembarcaran. Además de la parte histórica, destaco de este libro el desconsuelo, amargura y melancolía que se siente en cada palabra, en cada frase. Es una lectura que llega al corazón.
Os deseo un feliz lunes.
¡Hola! Me llama la atención por la época en que está ambientado así que no lo descarto. Un besote :)
ResponderEliminar¡Hola! Es de los libros más... cómo decirlo... más tristes sobre las consecuencias de la IIGM. Ya nos dirás qué tal
EliminarAbrazos