Reseña: El incienso de los espíritus (Helena Lennox III)

 ¡Buenos días a todos! ¿Qué tal? Espero que estéis pasando un buen fin de semana. Por mi parte, todo tranquilo. De lecturas, estudiando... ¡24 horas algunas veces son pocas horas para todo lo que se puede hacer! Bueno, hoy vengo con una nueva reseña. Ahora que me doy cuenta, es de las pocas trilogías publicadas recientemente que he leído en un mismo año. Es lo que tiene esperar a que esté publicada al completo (pero quién espera tanto tiempo). A continuación, la reseña:

Título: El incienso de los espíritus

Autora: Victoria Álvarez

Editorial: Nocturna

Encuadernación: tapa blanda con solapas

Páginas: 652

Argumento: Cuando la primavera de 1924 llega a Nueva York, Helena Lennox y los suyos siguen intentando rehacer sus vidas tras lo acontecido en Nápoles... hasta que un encargo del Museo Británico les ofrece la posibilidad de cerrar heridas.

En su mansión de Tokio, los Matsudaira los esperan para trasladar al museo parte de su colección artística. Lo que Helena aún no sabe es que la familia cuenta con unos poderosos enemigos: alguien los quiere muertos a toda costa y los Lennox se hallan peligrosamente cerca de su objetivo.

Muy pronto descubrirán que la frontera que los separa del mundo de los muertos es más difusa de lo que creían, y el legendario incienso de los espíritus, capaz de atraer a nuestra dimensión a quienes ya han partido, se convertirá en una obsesión tan tentadora como peligrosa. Al fin y al cabo, puede que no todos estén preparados para afrontar las despedidas.

Bueno, pues ya terminé la famosa trilogía de la inolvidable Helena Lennox. Si no recuerdo mal, fue el último libro que me compré antes de que se llevase a cabo el estado de alarma. Y hasta hace poco no lo había leído por motivos evidentes: no estaba preparada para terminarla. Pero todo llega, ¿no? Va a ser un poco difícil realizar esta reseña sin spoilear el segundo libro, pero lo voy a intentar. La autora mantiene la estructura de los libros anteriores; la ambientación es igual de explícita e inspiradora, si bien el hecho de que transcurra en Japón es todo un acierto, puesto que la trama está envuelta en una aureola de nostalgia, de silencios que dicen más que una palabra… Todo como muy místico.

Creo que una de las partes más interesante a la hora de elaborar esta historia, ha sido la de los personajes. En El incienso de los espíritus, encontramos a un Lionel más decaído, dado a la bebida; Arshad, más maduro (o quizá no mucho), con el rol de conciliador siempre que se tercia; Helena, toda una mujercita, inquieta y ávida de aventuras, que se desespera ante la actitud de su padre; y así podría seguir. Con los personajes que aparecen nuevos no he logrado conectar 100%, si bien no puedo avanzar en la reseña sin mencionar a Aiko, un personaje que me sorprendió bastante por todo lo que había detrás de ella, y que despertó mi admiración. En cuanto a Dora… Desde el primer libro me había caído bastante bien, y su actitud en el segundo libro me impactó mucho, aunque mi opinión sobre ella siempre coincidió con la de Arshad. 

Respecto al final… Podemos hacer dos distinciones: el final de la trama 1, es decir, aquella que se desarrolla en Tokio, en donde se entremezcla los intereses personales con los de las mafias, en donde un paso en falso puede costarte mucho. Esta queda zanjada perfectamente, no le encontré ningún cabo suelto (algo que me relajó bastante). Aunque lo que le pasa al hermano de Arshad me pareció un poco puesto a pegote, como muy repentino… No sé. Pero bien. Ese suceso ha sido fundamental para el resto de la historia, claro. Y el final de la trama 2, esta es la más emotiva, la más reflexiva. Mientras lo vas leyendo, es imposible no realizar un repaso de las aventuras y desventuras transcurridas en conjunto, en toda la trilogía. Sin embargo, a su vez… Me faltó algo. No sé exactamente el qué, pero… Me quedé con ganas de saber qué fue de la familia de Helena, de sus padres, de su prima Chlöe… Ésta se hace notar mucho en la primera parte del libro, pero después se difumina y es como si no existiera.

En general, me ha gustado bastante. Son muy interesantes los datos que va arrojando la autora sobre la cultura japonesa. Una vez que comienzas con la trilogía, es imposible no continuarla. Los personajes se hacen querer, y la trama está muy bien estructurada. Si bien, para mí, el segundo libro me impactó más… Aunque este final de trilogía es muy digno, ¿eh? ¡Y se hace corto! Ja, ja, ja. Lo mismo podría la autora animarse a realizar algo así a un libro anexo, como un diario de Helena o Dora. ¡Quién no se lo leería! A mí no hay quien me quite de la cabeza que me huele que Chlöe daría para un libro, o dos… no sé… Es algo que yo intuyo, pero lo mismo estoy equivocada. Así pues, solo tengo que añadir un pequeño apunte: ¡si no habéis leído la trilogía de Helena Lennox, ya estáis tardando!

Os deseo un feliz domingo.