2017 ha sido un año agridulce. He vivido situaciones muy positivas y no tan positivas. Supongo que como la mayoría de la gente. Me quedo con lo positivo y lo bonito que me ha ocurrido en 2017, y sé que este 2018 va a ser difícil también, pero creo estar preparada para todo lo que me venga. Y si no lo estoy, me haré, de esto sí que estoy segura.
En cuanto a Milibroteca, este 2017, siento mucho reconocerlo y que sea así, lo he dejado un poco apartado. He realizado 59 entradas, frente a las 81 de 2016 o 94 de 2015. El blog ha sido y es muy importante para mí; es un espacio en el que puedo contar mis impresiones de lecturas y visionados de películas... Sin embargo, en 2017 se me han presentado varios proyectos fuera de esto que me han ocupado más tiempo del que esperaba. Pese a esto, os digo que seguiré conectada y que en ningún momento he pensado en abandonarlo o eliminarlo. Milibroteca nació hace cuatro años, y por nada del mundo pienso dejarlo.
¿Cómo se me presenta 2018? Presiento que va a ser un año muy contundente, lleno de sorpresas (buenas... y malas). Mi presencia por aquí, me temo, será igual que en 2017. Aunque me comprometo a que no pase tanto tiempo sin nuevo contenido, de verdad. Porque leer, he leído mucho. ¿Una de mis lecturas favoritas del año 2017? Los que me leéis, ya sabréis mi problema con eso de elegir solo un libro. Uno de los que más me impresionó fue La verdad sobre el caso Harry Quebert. También estuvo muy bien Ladrones de Libertad... En fin, lo dejo aquí, que si no me enrollo.
Así pues, os deseo un Feliz y Próspero 2018. Una de las cosas que me ha tocado aprender en 2017 es que las cosas son culpa (tanto en lo bueno como en lo malo) de uno mismo, que hay que aceptar lo que se tiene sin esperar más de lo que hay. Y leed mucho.
Un beso enorme y un abrazo aún mayor.
Gracias, surcadores de letras.
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