Película: Amor y letras

¡Hola a todos y todas! En primer lugar... ¡Feliz Día del Libro! Ya sé que hoy es el día perfecto para hacer una visita a Barcelona (si es que no vivís allí, claro) y que te firmen los autores. Además de visitar alguna tienda y regalar o autoregalarte un libro... porque el Día del Libro es solamente una vez al año y hay que aprovechar. Pero, curiosamente, hoy no vengo con una reseña. Hoy vengo con una película que me gustó.

Título: Amor y letras

Director: Josh Radnor

Reparto: Josh Radnor, Elizabeth Olsen, Richard Jenkins, Allison Janney, Elizabeth Reaser, Zac Efron

Año: 2012

Duración: 93 minutos

Puntuación: 7

Argumento: Desencantado con su trabajo y con un futuro incierto, Jesse Fisher (Josh Radnor) regresa a su antigua universidad para la cena de jubilación de su profesor favorito (Richard Jenkins). Un encuentro fortuito con Zibby (Elizabeth Olsen), una precoz estudiante de diecinueve años, despierta en Jesse sentimientos que creía olvidados. Ambos sienten una poderosa atracción que termina en romance, pero tendrán que hacer frente a numerosos obstáculos y, en especial, a la diferencia de edad entre ellos.

El argumento puede recordar a otra película, ¿verdad? Pero, en realidad, son muy distintas. En esta, el protagonista es un hombre solitario; su lista de amigos es muy reducida. Tampoco tiene mucha experiencia en el amor; no sabe cómo van las relaciones sociales. Es un mini spolier, pero por ejemplo, se enamora de una joven de diecinueve (él creo recordar que tenía unos treinta y cinco) y, por otro lado, su antigua profesora se enrolla con él, siendo ella, después, muy fría y simulando que no ha pasado nada. Él está bastante alucinado con el torbellino de situaciones que jamás pensó que viviría. Pero la cosa no acaba ahí, pues su profesor favorito le hará reflexionar sobre cómo hay que actuar en la vida. Para más inri, un joven algo hippy (interpretado por Zac Efron), que se encuentra por las noches al lado de la universidad, también le hará reflexionar, enseñándole la otra cara de la vida, esa cara que no ha vivido. Una historia cuyos ingredientes son: el pasado, el amor, los reencuentros, los nuevos encuentros y la literatura. Porque una vida sin letras, está incompleta. Esto es referido a la diégesis, a lo que es el relato narrativo. 

En cuanto a los aspectos técnicos, decir que no destaca especialmente. La mayoría son planos medios. De vez en cuanto, algún picado. Lo que sí hay es juego de luces y sombras, ensombreciendo los fragmentos de la historia más importantes, invitando, así, a la reflexión y a la concienciación. El vestuario y los decorados son bastante sencillos, en cuanto a que son ropas cotidianas y el escenario también típico, sin necesidad de efectos especiales ni cosas similares. El casting me parece bueno; la interpretación, la adecuada. 

En resumen, me pareció una película interesante y particular. No es cine de autor, pero el ritmo que tiene es un poco parecido. Hay que saber verla y seguramente no valga con visualizarla una vez. Si no la habéis visto, podéis apuntarla para un futuro, ¿por qué no?

Os deseo un feliz sábado.