domingo, 2 de septiembre de 2018

Reseña: La noche del espectro

¡Buenos días, queridos surcadores de letras! ¿Cómo van vuestras lecturas? Espero que viento en popa. Hoy vengo con una nueva reseña de un libro con el que he llorado mucho, mucho... de risa. Os dejo los datos:
Título: La noche del espectro (El día del dragón II)
Autores: Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina
Ilustraciones de: Lola Rodríguez
Editorial: Naufragio de Letras
Encuadernación: tapa blanda con solapas
PVP: 13'95€
Páginas: 351
Argumento: ¡Fran, Carol y Kang Dae han vuelto! Tras las aventuras de El día del dragón, estaba claro que la tranquilidad les iba a durar poco. Después de todo, tener un dragoncito como mascota tiene sus... complicaciones. ¡Y ahora son unos fantasmas los que quieren adueñarse de Wayry! Por suerte (no sabemos si buena o mala), Miranda, Baltazar y Nefastísimo quieren el dragón para sí mismos, ¡no permitirán que unos espectros se apropien de él!
Pero, ¿por qué están tan empeñados los fantasmas en capturar a Wayry? ¿Por qué ya no pueden recordar nada sobre la historia larga y gloriosa de su país, Espectria? ¿Y por qué tiene tantas malas pulgas la reina Tumba? Pero, sobre todo, ¿quién podrá hacer que todos esos erizos tan monos dejen YA de cantar?
¡La noche del espectro es la segunda parte de El día del dragón, pero tiene más sustos, cabras, baladas épicas, osos polares y fantasmas! ¡Tiene hasta un esqueleto bailarín, un huevo que habla y un fénix maestro del disfraz!
Y, sí, por supuestísimo, también tiene un buen montón de chistes muy, muy malos.


Después de dos años, ¡por fin podemos disfrutar de las aventuras que sufren Fran, Carol y Kang Dae! En esta ocasión, contarán con la ayuda de los magos Miranda, Baltazar, Nefastísimo (y su querido Mordiscos, el cocodrilo) y del cocinero Flamígero Fambleau (aunque, ojo, ellos van a proteger a Wayry no para convertirse en héroes, ¿eh? A ellos les va ser los malos). Este segundo libro cuenta con 21 capítulos con títulos muy acordes a lo que va a suceder en él. A lo largo de la lectura, hay unas pocas ilustraciones hechas por Lola Rodríguez, que representan perfectamente lo que el lector se imagina de la escena.

En cuanto a los personajes, al principio los tres jóvenes siguen en la misma línea (Kang Dae no deja de hacer chistes malos para atraer la atención, por ejemplo). Sin embargo, las nuevas vicisitudes harán que maduren, convirtiéndose Carol en la guerrera, Fran el mago y Kang Dae el sabio (sí, sí, habéis leído bien. Cuando Fran se enteró, también se quedó así, con esa misma cara). Con sus nuevos dones y con la ayuda de los malísimos Miranda, Baltazar, Nefastísimo y Flamígero Flambeau, tendrán que proteger a toda costa a Wayry y vencer a los fantasmas de Espectria. Y es que la reina Tumba conserva una daga muy mágica que pretende usar para ¡matar a todo el mundo y que ellos sean recordados (aprovechará también para comprobar si de esa manera desaparecen esos monísimos aunque cansinos erizos cantarines)! Crispín, su hijo, el príncipe, no ve muy buena idea la ocurrencia de su madre, y él tal vez ayude un poquito también a nuestros protagonistas...

El final me ha encantado. Estuve unos momentos sin respirar y con los ojos tremendamente secos al no parpadear por temor a que me perdiera algo. Ahora en serio: es un final muy adecuado, no podría haber sido mejor.

Resumiendo, La noche del espectro, además de con los osos polares, un huevo que habla, cabras y etcétera, cuenta con una trama muy bien pensada, con un perfil de los personajes muy bien trazado y un final apoteósico. Aunque está orientado a lectores jóvenes, los autores emplean las frases de tal manera que a lo largo del libro se pueden encontrar muchas ironías que los adultos entendemos muy bien, y que tal vez los más jóvenes no. Así que, si todavía no lo habéis leído, ¡no perdáis más tiempo! 
Os deseo un feliz domingo.

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