Reseña: Sombras en el tiempo

¡Buenas tardes, surcadores de letras! Hace mucho que no me conecto... mis disculpas. Vengo con una nueva reseña que andaba pendiente. Se trata de...

Título: Sombras en el tiempo

Autor: Jordi Sierra i Fabra

Editorial: Plaza Janés

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta 

Páginas: 511

Argumento: Carmen y sus hijos llegan a la Barcelona de 1949 para reunirse con Antonio, el padre de familia, que les espera después de trabajar varios años en la ciudad. Animados por la promesa de una vida mejor, alejada de las penurias del campo en Murcia, su tierra natal, se enfrentan a la dureza de un mundo desconocido para ellos donde las heridas entre vencedores y vencidos están todavía demasiado abiertas. El deseo de Úrsula por triunfar en los escenarios como cantante, las dificultades de Fuensanta para incorporarse al mundo laboral, los devaneos amorosos del galán Ginés, la lucha de Salvador contra la intolerancia y la brecha que empezará  a crearse entre Carmen y Antonio por los secretos en su matrimonio, marcarán sus destinos en un país que camina con esfuerzo en pos del futuro.

Es raro que un libro de Jordi ocupe tantas páginas. He leído bastantes libros suyos, y os confirmo que este es uno de mis favoritos. Contada en tercera persona, alternando los puntos de vista (de esta manera, el lector sabe absolutamente todo de cada personaje que compone la familia), es una historia que resumiría en una palabra: pasión. Es una historia con muchos sentimientos fuertes, como el odio, rencor, instinto... pero es el amor (ya sea hacia una persona o ideología) lo que mueve a los personajes. Está dividida en cuatro partes: de 1949; un primer intermedio 1950 1951; 1951-1952; y epilogo Nochebuena 1964. Son, en total, 209 capítulos. 

Tenemos a los personajes principales, que es la familia. Voy a ir comentándoos cada perfil. Empecemos por los padres: Carmen es una mujer de unos cuarenta años que tiene una mancha en el pasado que ha mantenido en secreto hasta que no tiene más remedio que contarlo. Se trata de algo que tiene que ver con su honor y... ahí lo dejo. Antonio, un hombre un poco simple, que trabaja de albañil. Lo único que espera de su familia es que haga lo típico (teniendo en cuenta la época en la que se ambienta): los hijos vuelan para buscarse la vida y su mujer le prepara la comida. Toda su vida ha sido tranquila, sin embargo, algo le sucede en el trabajo que le hará cambiar la perspectiva de la vida. Luego, por edades, el hijo mayor es Ginés, un joven de unos veintitrés años, que siempre tiene éxito porque cae muy bien. Siempre consigue la chica que quiere. No obstante, hacia el final del libro, le pasa algo que le hará aprender la lección (¿es más importante la belleza o la humildad?). Después tenemos a Fuensanta, una joven muy seria, trabajadora y que no le gusta salirse de su papel de mujer joven para no destacar. Ironías de la vida, el amor (pese a su seriedad y objetividad de las cosas) entra en su vida y tendrá que tomar una decisión que puede cambiar la vida de su familia. Úrsula, de unos quince años, quiere mostrar el desparpajo que tiene; es toda una artista cuando canta y baila. Gracias a unos contactos de la familia para la que trabaja, consigue convertirse en estrella. Pero no todo es color de rosa, pues en ese mundo, no tarda la joven en comprobar que no solo se mueven grandes cantidades de dinero... sino también de vicio. Y, por último, pero no por ello menos intenso, Salvador, que alrededor de los trece años sufre la marginación por algo que no ha decidido pero que no piensa cambiar. Aparecen otros muchos personajes, pero lo vamos a dejar aquí para no enrollarme. 

El final me encantó. Me parece que, pese a las dificultades que sufren los personajes (en mayor o menor medida), hay una gran armonía. Es una historia tan real, que no parece que se esté leyendo un libro, sino que se esté mirando la realidad. Después de las quinientas páginas, el final no podía ser otro. 

Ha sido una lectura muy satisfactoria. Totalmente recomendable. Es una historia que se contextualiza en la España de los años 50, pero Jordi no se pierde en contar párrafos de historia. Decide contar cómo se vivía en aquellos tiempos a través de una familia, cada cual con una  forma de ser y unas vivencias personales distintas. Eso sí, para los lectores que leen unas páginas y dejan el libro aparcado: no es recomendable esta "técnica" de lectura con este libro. Porque lo bonito es ver la evolución, sin pausas. Me lo dijo el propio Jordi en la Feria del Libro de Madrid, pero os lo confirmo yo, como lectora del libro. Así pues, si no sabéis qué leer, este es un buen candidato.

Os deseo un feliz viernes.