Reseña: El espíritu de los hielos

¡Muy buenas, queridos surcadores de letras! ¿Cómo van las lecturas? Siento no haberme conectado antes. He estado bastante liada y apenas he tenido tiempo de nada. Vengo con una reseña que espero que os guste:

Título: El espíritu de los hielos

Autora: Maite Carranza

Editorial: Algar Editorial

Encuadernación: tapa blanda sin solapas

Páginas: 317

Argumento: Todo empieza en Groenlandia, el país del frío. Una joven inglesa, un capitán de barco, un esquimal y un espíritu de los hielos se encuentran en una noche mágica. El azar les empuja a emprender un viaje fascinante mientras huyen de un antropólogo obsesionado por capturar seres míticos para convertirlos en piezas de museo.

Otilia, el joven Anarfiq y D.J. se embarcan sin saberlo en una aventura peligrosa, romántica y a veces humorística, que les llevará más allá del Ártico, hasta la Amazonia... 

Me ha sorprendido mucho. Tenía interés en leerlo porque no había leído (hasta hora) nada de Maite Carranza, ganadora en 2011 por el Ministerio de Cultura (Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil), también ganadora en 2014 del Premio Cervantes Chico, y otros tantos. El caso es que vi mi oportunidad al ver este libro. Leí el argumento y supe que sería un libro especial. Aunque no pensé que me llegara a gustar tanto. No puedo comparar con otras obras (todavía), pero Carranza utiliza unas expresiones que es inevitable meterse en la historia desde la primera página. Desde el punto de vista formal, está dividida en 41 capítulos, y la historia está contada en tercera persona desde distintos puntos de vista. 

En cuanto a los personajes, tenemos a los protagonistas buenos (Otilia, la joven que quiere ser periodista; Anarfiq, un jovencito de once años esquimal; D.J., de veintimuchos años con un pasado del que huye y propietario en el presente de un barco sin tripulación; y Youq, el espíritu de los hielos o el hombre de las islas) y el malo, el científico Peddeckoe, cuyo objetivo es hacerse con el Youq. Pero Peddeckoe no está solo, le acompaña el joven Wifredo, quien soporta el carácter y el trato de Peddeckoe. Vamos por orden: Otilia es una joven de diecisiete años (al final cumple los dieciocho) que pretende demostrar a su padre que puede ser una gran periodista. Aunque, para demostrárselo, necesita una noticia impactante. Y se le presenta la oportunidad cuando acaba en un barco con un jovencito esquimal (Anarfiq), quien le presenta al Youq. En los primeros días, mantienen encerrado al capitán del barco, D.J., pero al final no tienen más remedio que soltarle para controlar el barco. Para sorpresa de Otilia, D.J. no solo no se enfrenta a ellos, sino que decide ayudarles. La relación entre los personajes es muy especial, pues son extremos: o se quieren mucho mucho, o se odian a muerte (no pongo ejemplos para evitar spoliers). No hay muchos personajes secundarios, Suamak, por ejemplo, que pertenece a la tribu de los arutams. 

El final me ha encantado. Después de haber disfrutado un montón con la historia, el final ha sido la guinda para que me encantase la obra al completo. Todos los personajes consiguen sus objetivos (al menos, los principales). Es muy entrañable lo de Peddeckoe; sí, es malo, trata muy mal a Wifredo, pero no sé... esa esperanza que tiene de descubrir cosas nuevas, enseñárselas a sus hijas pequeñas, pese a todos los fracasos que va teniendo, demuestran ser un personaje soñador. Aunque para cogerlo con pinzas, claro... También las dos relaciones amorosas me parecieron muy curiosas: una por la diferencia de edad y la otra por el propio integrante. 

En resumen, es una lectura que me ha sorprendido gratamente. Aunque al principio me resultaba un poco peculiar (por la descripción de un entorno poco habitual -Groenlandia y, posteriormente, la Amazonia-, por las breves descripciones de los personajes, etc.), no tardé en invadirme en la historia y no parar de leer. He disfrutado mucho de la lectura de El espíritu de los hielos y, si no lo habéis leído vosotros, os lo recomiendo. Sé que, a partir de ahora, me voy a acercar a los libros de Carranza. Espero que me gusten tanto como este, que ya es mucho.

Os deseo un feliz domingo.