sábado, 28 de marzo de 2020

Película: Siguiendo mi camino

¡Buenas tardes, queridos surcadores de letras! ¿Cómo estáis? Espero que vosotros y vuestros seres queridos estéis mejor que bien. Hoy vengo a comentaros una película que vi hace unas semanas. A ver qué os parece:

TítuloSiguiendo mi camino
Director: Leo McCarey
Reparto: Bing Crosby, Barry Fitzgerald, Rise Stevens, Jean Heather
Año: 1944
Duración: 126 minutos
Puntuación: 7'5
Argumento: Un joven y agradable sacerdote llega a una parroquia en los barrios pobres de Nueva York dispuesto a hacer actividades a favor de la parroquia. A pesar de cierta fricción inicial, se las arregla para tener una buena relación con el pastor, más mayor y más severo. (Extraído de SensaCine)
Comento pocas películas clásicas, y no es porque no es un género del que huya, qué va, considero que veo unas cuantas películas clásicas. Quizá (lo tengo que reconocer), es posible que no me motiven tanto como otras. El caso es que ese puede ser un propósito para 2020: comentaros por aquí más clásicos. De momento, parece que lo estoy cumpliendo jaja

Hoy vengo con Siguiendo mi camino, dirigida por Leo McCarey, del año 1944. Y protagonizada por Bing Crosby. ¿Conocíais esta película? Pues resulta que ganó un Óscar a Mejor Película (compitiendo contra Billy Wilder), Mejor Dirección (contra Hitchcock) y Mejor Actor Protagonista (B. Crosby se lo llevó, en vez de Cary Grant), entre otros. Por lo qué, o bien te encanta o bien no te gusta nada. 

Siguiendo mi camino no es una simple película. Representada por el genial Bing Crosby, la verdadera protagonista es la religión. Y es que, este año fue muy movidito: la II GM llevaba ya cinco años, de hecho, la Batalla de Normandía sucedió en 1944; el general Charles de Gaulle llega a París, y París queda liberada por los Aliados. A modo de curiosidad, decir que ese año nacieron Nino Bravo, Geraldine Chaplin, George Lucas... un montón de reconocidos artistas y científicos muy representativos. Claro que unos vienen, y otros van, como Glenn Miller, Enzo Sereni… ¡Ah! Y, ¿sabíais que en ese año todavía no existía el microondas? Así creo que ya os hacéis una idea de la contextualización. Bien, pues entre toda esa amalgama, se proyectó Siguiendo mi camino, un aliento en aquella época para muchos por la fe/creencia/religión, para otros, por la frescura de los personajes, por el encanto de Crosby y por las canciones interpretadas.

Personalmente, me llamó mucho la atención de que un cantante famoso interpretase el papel de sacerdote. Claro que tal vez Crosby no era visto desde el punto de vista… romántico (algo que me extraña, pero puede ser). Porque, ¿os imagináis a Elvis Presley de sacerdote o (alguien más contemporáneo) a Timberlake? Es decir, en aquella época, Crosby debía ser como alguien intachable, puro. 

Quizá me estoy metiendo demasiado en contextualizar y lanzar preguntas. Entonces, ¿qué me parece Siguiendo mi camino? Es una película bien dirigida, el casting también está bien… Desde el punto de vista técnico, se puede adivinar que no destaca: planos sencillos, planos cortos para enfatizar sentimientos del personaje, planos enteros para poner en situación al espectador… De etalonaje no se puede hablar… La iluminación tampoco destaca… En cuanto a la interpretación de los actores, sí que me parecen excelentes. ¿Cómo la definiría, en tres palabras? Entrañable, bien trabajada y agradable. A ver, es que un clásico…

Así que, bueno, no es una película al uso y tal vez no es fácil empatizar con la historia, pero me parece que, si te gusta el cine y saber de cine, ya por los premios que ganó, me parece motivo suficiente para animarte a verla. 
Os deseo un feliz sábado.
#YoMeQuedoEnCasa

jueves, 19 de marzo de 2020

Reseña: Al cerrar la puerta

¡Buenas tardes! Un día más. ¿Cómo estáis? Lo importante es tener una rutina, estar ocupados. Nada de estar en el sofá con el pijama. ¡Y no olvidarse de hacer ejercicios! A todo, ¿a qué he venido hoy? Pues a compartir con vosotros una nueva reseña. 
Título: Al cerrar la puerta
Autora: B.A. Paris
Editorial: AdN Alianza de Novelas
Encuadernación: tapa blanda
Páginas: 277
Argumento: ¿Quién no conoce a una pareja como Jack y Grace? Él, guapo y rico; ella, encantadora y elegante. Él, un esforzado profesional de la abogacía que jamás ha perdido un caso; ella, un ama de casa intachable, excelente jardinera y cocinera, entregada al cuidado de su hermana discapacitada. Aunque llevan poco tiempo casados, lo tienen todo. Por más que uno se resista, siempre caen bien. La paz y la comodidad de su hogar, y la exquisitez de las cenas que organizan, cautivan sin remedio. Apetece intimar con Grace, pero no es fácil: Jack y Grace son inseparables. Para algunos, es amor verdadero. Otros no entienden por qué Grace nunca coge el teléfono.
¿Cómo es que no sale ni a tomar café, si no trabaja? ¿Cómo puede estar tan delgada con las delicias que cocina? ¿Cómo sale de casa sin nada en el bolso, ni un mísero bolígrafo? ¿Por qué razón los ventanales de la planta baja de su casa disponen de persianas blindadas? ¿Qué ocurre al cerrar la puerta, cuando la fiesta termina? [Extraído de La Casa del Libro].


Cuando leí el argumento, llegué a pensar que se trataba de un personaje con doble personalidad. Pero no, son un hombre de cuarenta años y una mujer de treinta y cinco (si no recuerdo mal). Los capítulos se alternan en "Pasado"-"Presente", y la historia está contada por Grace. Son muy cortos y las detalladas descripciones de las sensaciones hacen que las páginas pasen volando.

Los personajes están muy bien perfilados, muy bien trabajados. Jack es encantador, muy buen amigo, un gran abogado (de hecho, nunca ha perdido un caso). Es un hombre ambicioso, con ganas de superarse. Por su parte, Grace, es una mujer sencilla, muy romántica, cariñosa. Una pareja ideal, ¿verdad? Pues uno de los dos no es lo que parece (y, creedme, os sorprenderíais...). Millie es la hermana pequeña de Grace, tiene discapacidad, y lo peor le espera al cumplir los dieciocho años... Esther es un gran personaje, muy pertinaz. 

El final me dejó sin palabras. No podía creerme lo que estaba leyendo. Apoteósico. Emocionante. La verdad es que después de sufrir con los personajes, ese final... bueno, es que sigo sin palabras. No quiero hablar más

La autora transmite muy bien el daño psicológico. Si bien no hay daños físicos (peleas, puñetazos) hubo muchos pasajes que me impactaron muchísimo. Ya digo, no hay sangre ni moratones, pero hay muchos momentos muy violentos. Al cerrar la puerta tiene de todo: capítulos cortos, expresiones lingüísticas sencillas, personajes increíbles, una historia atrayente... En fin, si no sabes qué leer, es porque tienes otras cosas que hacer, porque por propuestas... que no quede.
Os deseo un feliz jueves.
#YoMeQuedoEnCasa

domingo, 15 de marzo de 2020

Reseña: Firmin, Aventuras de una alimaña urbana

¡Buenos días, queridos surcadores de letras! ¿Cómo van vuestras lecturas? Supongo que ahora con la cuarentena, avanzaréis más rápido. Estamos viviendo un hecho histórico en todos los sentidos. Esperemos que se solucione lo antes posible y mucho ánimo a aquellos que tenéis que seguir yendo al trabajo, a los dependientes de los supermercados, a los farmacéuticos y a los sanitarios. Bueno, después de esta breve (y necesaria) introducción, vamos a pasar a la reseña. Se trata del libro:
Título: Firmin. Aventuras de una alimaña urbana
Autor: Sam Savage
Editorial: Seix Barral
Encuadernación: tapa blanda
Páginas: 222
Argumento: Nacido en el sótano de una librería en el Boston de los años 60, Firmin, aprende a leer devorando las páginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. A medida que Firmin perfecciona un hambre insaciable por los libros, su emoción y sus miedos se vuelven humanos. 
Original, brillante y llena de alegorías, Firmin derrocha humor y tristeza, encanto y añoranza por un mundo que entiende el poder redentor de la literatura, un mundo que se desvanece dejando atrás una rata con un alma creativa, una amistad excepcional y una librería desordenada.



Una obra maestra. De lo mejor que he leído en años. Firmin llegó a mis manos de la manera más tonta, un día cualquiera, pero cuánto me alegra tenerlo en mis estanterías. Y pensar que el autor se lo tuvo que autopublicar... madre mía, qué disparate. Sam Savage murió precisamente en enero de 2019, y fue filósofo, escritor, profesor, además de carpintero, mecánico de bicicletas, pescador y tipógrafo. Sí, un perfil de lo más variopinto. Firmin es su novela más reconocida (las otras obras que ha escrito no las he leído). Fue la primera que publicó. Y el hecho de que esté protagonizado por un animal nos puede hacer recordar a las fábulas de la Antigüedad (esas que dábamos en la asignatura de Griego jaja).

Firmin es una rata. En principio, no debería destacar de entre las otras ratas. Fue el décimo tercero de la lechigada, el último, y era el más raquítico. De hecho, su madre contaba con doce tetillas y él apenas probó bocado. Su hambre le hizo tomar una decisión curiosa y temeraria a partes iguales: comer páginas de libros (por suerte, había nacido en una librería). Poco a poco, sus hermanos irían yéndose de la librería para seguir con su vida de rata, pero Firmin decidió permanecer donde había nacido (no por tener bonitos recuerdos de su infancia, sino porque empezaba a cogerle gustillo a comer libros). A partir de ahí, acompañaremos a Firmin quien, desde su punto de vista, vamos descubriendo cosas que, tal vez para nosotros, no tengan mayor significado, pero que para él es todo un mundo (sobre todo sensaciones, sentimientos, deseos... todo lo que podemos plasmar en un libro y que las ratas no viven, lo desconocen.).

El final necesité asimilarlo varios días. Una historia tan potente, tan mágica y real al mismo tiempo, cuanto menos su final tiene que estar a la altura. Y si bien quizá hubiera querido algo más de precisión, reflexionándolo bien, me pareció un final adecuado y satisfactorio. Al final, el autor añade una Nota en la que explica que, si bien la historia es inventada, los lugares que visita Firmin eran/son reales (Plaza Scollay, cine Rialto, teatro Old Howard...). El autor explica que algunos se derruyeron, y eso le da un aire de nostalgia muy grande.

Así que, si más en estos días, dudáis qué leer, Firmin puede ser una buena opción. Porque a simple vista, trata de las aventuras de una rata, pero es mucho más. Yo todavía creo que, a día de hoy, todavía no he logrado encajar todas las piezas, pero muy posiblemente se trate de una gran metáfora. Firmin os llegará al corazón y se instalará ahí una vez le conozcáis (es adorable). El resto de personajes son... digamos... carismáticos, especiales, pero no olvidemos que se trata de las impresiones que tiene Firmin, así que... Con Firmin, el autor pretende poner de manifiesto las contradicciones a las que nos enfrentamos, la hipocresía, nuestro comportamiento. Además, deja claro el amor que siente Savage sobre el mundo de los libros, de las letras. Es una novela corta, no tiene apenas diálogos pero os aseguro que eso no os debe recelar. Las páginas pasan volando.
Os deseo un feliz domingo. 
#YoMeQuedoEnCasa

sábado, 7 de marzo de 2020

Reseña: El tesoro de Bastión Caído (Las Crónicas de Shannara 10)


¡Muy buenas tardes! ¿Cómo estáis? ¿Y vuestras lecturas? Por mi parte, he podido recuperar esos momentos de lectura, esos momentos de tranquilidad. Y hoy vengo con una nueva reseña. Se trata de:
Título: El tesoro de Bastión Caído
Autor: Terry Brooks
Editorial: Oz Editorial
Encuadernación: tapa blanda con solapas
Páginas: 374
Argumento: En la isla de Bastión Caído se encuentra toda la magia y el conocimiento que los hombres han acumulado a lo largo de la historia. Antrax, un potente ordenador, los protege. Pero, ¿podrá la máquina más inteligente del mundo evitar que alguien se haga con este valiosísimo tesoro?


He tenido la gran oportunidad de adentrarme nuevamente en la trepidante historia creada por Brooks. Los 29 capítulos que componen El tesoro de Bastión Caído pasan volando. Si las anteriores novelas eran increíbles, esta sin duda no os defraudará. 

Vuelven los personajes que anteriormente nos han hecho sufrir. Walker Boh, Quentin, la elfa Tamin... y aparecerán otros nuevos. Antrax no es un nigromante, ni un elfo... se trata de un ordenador creado por antiguos humanos en el siglo XXI. A lo largo de las páginas, el lector acompaña a los personajes a ruinas, aldeas habitadas por rindges... Pero, con unos personajes tan complejos como los de Brooks, no solo se hallan peligros entre enemigos, sino que hay otros peores: el miedo y los remordimientos.

El final es... es... no sé cómo definirlo. ¿Impresionante? ¿Apasionante? Deja sin aliento. Brooks logra describir a la perfección las sensaciones y las acciones, como si de verdad lo estuviera viendo, como si lo estuviera transcribiendo. Esto me parece que tiene mucho mérito, porque las escenas de acción son, en mi opinión, de las más difíciles de describir. Esto, unido a unos acontecimientos y giros que sorprenden.

Resumiendo, es un libro lleno de acción, que atrapa desde la primera página. Los personajes se enfrentan de nuevo a sus enemigos y a sus miedos en una historia más oscura. Ofrece nuevas perspectivas. Y, bueno, que si no lo habéis leído todavía, que no os asuste el número de libros: Terry Brooks es un autor que merece mucho la pena leer, y gracias a Oz Editorial, los podemos leer y disfrutar con esas portadas tan chulas. De verdad, os lo recomiendo.
Os deseo un feliz sábado.

martes, 3 de marzo de 2020

IMM #76

In My Mailbox es un tipo de post que consiste en exponer los libros que has recibido cada cierto tiempo (en una semana, un mes...) y fue creado por los blogs Pop Culture Junkie y The Story Siren.

Mis adquisiciones de febrero fueron:








Os comento:
  • El Tesoro de Bastión Caído de Terry Brooks: el libro que me estoy leyendo actualmente, y que estoy a punto de terminar. No quiero comentar mucho hasta la reseña, pero no puedo evitar deciros lo vertigiosas que son las novelas de Brooks; es imposible aburrirse.
  • Mares tenebrosos. Una antología de cuentos de terror en el mar: lo compré por mi interés en los cuentos y leyendas, y por las pocas historias que conozco ambientadas en el mar. También es una manera de conocer varios autores. Estoy deseando leerlo.

Han sido pocas adquisiciones, pero casi mejor; tengo muchas lecturas pendientes.
Os deseo un feliz martes.